miércoles, noviembre 08, 2006

 

Este club no admite socios

Decía el genial Groucho "Nunca sería de un club que me admitiera como socio". A mi me pasa justo al revés. Desde hace años que me confieso impotente, digo incapaz para entender lo que se cuece en las altas, medias y bajas esferas, por redondear. Yo no estoy preparado para esto. Llevo años ocupando puestos de trabajo en los que veo que toda la gente con la que me relaciono, compañeros, clientes, proveedores y otros tienen siempre muchísimas cosas que hacer. Yo sin embargo no. Y esto me produce una gran desazón, porque me doy cuenta de que yo no estoy en su liga. Y es que lo odio, porque si ya soy vago de por mi, lo único que me falta es no tener cosas que hacer. Siempre inmerso en el quiero y no puedo. ¿Acerté con mis estudios? ¿Debí haber intentado hacer un Máster? ¿Dónde está el Santo Grial de los ejecutivos ocupados? ¿Qué tengo que hacer yo para dominar su lenguaje? ¿De dónde se sacan todas esas preguntas tan interesantes? Y esto de las preguntas me preocupa verdaderamente, porque no sólo es que no entienda las preguntas sino que tampoco entiendo las respuestas. ¿Soy bidimensional? ¿No alcanzo a ver más allá de mis narices? ¿Qué es lo que me falta para ser como ellos?
Mi naturaleza es simple. Soy un tío simple. De hecho mi instinto animal, lo que siempre me ha pedido el cuerpo y que he ido matizando a base de dentelladas, siempre me ha hecho ver las cosas en plan blanco o negro, sin matices. ¿Pero es que lo de los matices no es una hipocresía al fin y al cabo? ¿No es una forma de renunciar a comprometerse? No estoy diciendo que no haya que rectificar, pero sí que hay que ser capaz de tomar una posición y defenderla. Pero claro esto es difícil.
Más difícil es para mi sin embargo el poder estar a la altura de los senior executive. Y al final llego a la conclusión de que no estoy preparado y lo peor de todo es que nunca lo estaré. Esto no quita que intente disfrazarme. Porque el caso es que en breves momento logro hablar su lenguaje. Puedo ser un gran hipócrita y esto me sirve para hacer un gran papel en una entrevista de trabajo, por ejemplo. El problema viene una vez que hay que empezar a hacer cosas. Lo veo todo de una forma sencilla, que para más inri suele ser negativa y hasta aquí hemos llegado. Y lo más curioso es que estos grandes ejecutivos o jefes para más señas suelen hipercomplicar cosas que para mi no tienen complicación y viceversa, haciendo caso omiso de cosas que yo pienso son realmente importantes. Eso sí, he aprendido a no callarme tanto ya. Lo malo es que al principio se asustan porque creen que igual tienes razón, pero en cuanto te van conociendo ya lo ven de otra manera. Eres demasiado reaccionario.
En resumidas cuentas, que no se cómo acabará mi última aventura. Yo de momento estoy cada vez más convencido de que hay que morir equivocado.
¿Qué piensa mi distinguida audiencia?

Comentarios:
Sé que te debo un comentario a tu defensa de Almodóvar... Me lo estoy pensando...
A lo que iba, cuidadín con tu personalidad tío q el curro está muy achuchado!!!
 
Mira, estás entrando en el "complejo Fuckowski". Si has leído al tío este, me comprenderás.
Cuidado. Es una espiral que te convertirá en un paria laboral y con menos futuro que un cocinero inglés en España.
Hay que intentar comprender a la gente. Y te lo digo porque a mí me pasa constantemente. Lo cierto es que a los que nos sentimos más cómodos tratando con algoritmos y razonamientos, cuando tratas con gente, como que no entiendes qué mierda de programa usa ese. Pero es algo con lo que hay que lidiar. Te guste o no. La palabra clave es "EMPATIA".No lo olvides. Y recuerda que con las relaciones humanas, he comprobado que la línea recta solo es el mejor camino en contadas ocasiones. La mayoría de veces hay que dar vueltas, adornar las cosas, y da mejor resultado...

Saludos.Jerm
 
Yo creo que a los clientes que esperan un servicio de ti les gustará (en general) que les plantees la solución a su problema como algo sencillo. Son los ineptos los que necesitan enrevesar las cosas para poder aparentar que saben, el problema es cuando ese inepto es quien firma la renovación de tu contrato o puede influir en quien la firma, claro que si no tienes inconveniente en aplaudir su ineptitud como una foca cuando le echan un trozo de sardina, no hay problema. Todo esto me recuerda una cita, algo larga, del libro “Herejes de DUNE”, ahí va para vuestro disfrute (no me la se de memoria, la he tenido que buscar, no soy tan friky (aún)):

La burocracia destruye la iniciativa. Hay pocas cosas que los burócratas odien más que la innovación, especialmente la innovación que produce mejores resultados que las viejas rutinas. Las mejoras siempre hacen que aquellos que se hallan en la cúspide aparezcan como unos ineptos. ¿A quién le gusta parecer como un inepto?
-- Una guía para el método de tanteo en el Gobierno, Archivos Bene Gesserit.

Si algo ha sido siempre difícil y complicado, ¿cómo osas llegar tú diciendo que es fácil y sencillo?

Jesuja
PD: sí, yo también leo libros raros, ¿qué os creíais?
 
Hola. Les agradezco sus comentarios. Sirven para abrir mi perspectiva. Bueno todos menos el del Iscariote. Mójese hombre no se quede en los buenos deseos, que Vd. es capaz de más.
Dicen que más vale morir de pie que vivir de rodillas. Esto no significa que haya que ser un descerebrado, pero sí que si hay argumentos y que si estos salen desde un esfuerzo sincero y el razonamiento es correcto a la larga siempre las cosas tenderán a salir bien.
Si hay un solo tema común a este blog va a ser el intentar desenmascara a los hipócritas, eso sí, desde un punto de vista cínico, y es desde en este sentido como no puedo estar más de acuerdo con el amigo Jesuja.
Por otro lado, amigo Jerm, no es Vd. el primero que me habla de la empatía y más concretamente en tono de carencia personal mía. Este es un esfuerzo que llevo logrando hacer desde hace tiempo, y no se, igual es que carezco tanto de ella que no comprendo por qué me lo dicen. Y por ende en este caso concreto creo que no es esa la cuestión. Si acaso al contrario, siguiendo mis esfuerzos por pertenecer al selecto club. Pertenencia que sólo me interesa desde el punto más estrictamente monetario posible. Luego ya me entretendré yo en mis ratos libres con lo que me guste hacer. En cualquier caso, puede ser que sea un caso imposible. Estoy leyendo un libro ahora que aboga por intentar mejorar los puntos fuertes de cada persona, sean los que sean, en lugar de intentar mejorar las debilidades, vano esfuerzo según el autor. No se, aún no me he hecho una idea completa del librito en cuestión.
Llevo siendo un superviviente de momento en este tipo de ambientes ya algún tiempo. Que la cosa se puede acabar, que pueden venir las vacas flacas, pues esto es indudable. Pero pienso que esto puede suceder por causas fuera del control de uno mismo. Por otro lado, vengo utilizando una frase que creo mía, pero vaya Vd. a saber: "Las decisiones si se toman honestamente con uno mismo pueden tener buenos o malos resultados, pero a la larga, sólo pueden salir bien". Esto resume mucho mi actitud, y es cierto que en cierto modo a veces me arrepiento de haber tomado algunas decisiones muy impulsado por el corazón, pero digo yo ¿hay que arrepentirse por eso?
 
Bueno, tengo opiniones respecto a lo que has dicho.
Primero, no sé qué libro es el que lees, ni quien lo ha escrito, pero si aboga por no esforzarte en mejorar tus puntos flacos para centrarte en los mejores, debe ser una soberana tontería.

La persona que no está en eterna lucha contra sus defectos, sus puntos flacos, es que se ha abandonado, y no creo que alguien abandonado pueda ser bueno en nada.

Pienso que debemos seguir una especie de "ideal de mejora global", aunque se quede en eso y jamás alcancemos nuestra meta. Pero lo importante es luchar sin parar.

Un ejemplo: imaginemos que una persona es un magnífico teórico de matemáticas, catedrático de universidad y todo eso. Pero tiene un punto flaco, es irritable y se pega de leches con el primero que encuentra. Según el librito que lees es inútil luchar contra eso, y esa persona debe centrarse en lo que mejor hace, o sea, las matemáticas. No merece la pena esforzarse por no agredir al primero que ves...
quizá sea un ejemplo exagerado, pero no es tramposo.

Renunciar a mejorar nuestros defectos, es estar a gusto con ellos. Y eso me parece una actitud cobarde y decadente.

Ma o meno....

Lo segundo, eso de decidir con el corazón y no con la cabeza... tengo un punto de vista ligeramente diferente, sin duda influido por la teoría evolutiva.
Todas nuestras decisiones, nuestros actos son lógicos. No hay ni una acción que no tenga un motivo lógico. Lo que pasa es que la lógica a veces parte de decisiones instintivas, de comportamientos que han quedado en nuestros instintos de épocas pasadas, y que influyen sobre nosotros, haciendo que nos comportemos de forma aparentemente ilógica.

Un ejemplo de esto: Los anuncios de televisión para venderte, por ejemplo una afeitadora eléctrica.Te sacan a una señora despampanante con un escote que quita el sentío. Y yo me pregunto: ¿qué coño tiene que ver eso con el hecho de comprar una afeitadora? ¿no deberían decir que afeita mejor, que no te corta, o que dura más el afeitado? ¿o que es más barata? Pues no, te sacan a una tía enseñando escote, con musiquita sugerente, y ya está.
Y lo más gracioso es que !! FUNCIONA!!....
Y lo hace porque nuestro instinto ha hecho que nos fijemos en esa mujer como objetivo de apareamiento, supongo. Hemos tenido que prestarle atención, y con ella a la puñetera afeitadora, que queda asociada en nuestra mente con señoras estupendas.

Este es un ejemplo de uno de los comportamientos absurdos y decisiones ilógicas que llenan nuestras vidas.
Y a esto mucha gente le llama..... actuar con el corazón.


Saludos.Jerm
 
arturito...
bienvenido al mundo real
 
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