miércoles, marzo 21, 2007

 

Falta de atención

El título de la entrada de hoy es un estúpido juego de palabras, de los que me gustan y me hacen reir. A veces pienso si realmente es que los chistes tontos son graciosos (con lo que somos tontos) o si nos reimos irónicamente (con lo que somos listos). Interesante disquisición, ¿verdad?
Hace tiempo que vengo jugueteando con la idea de escribir sobre la falta de atención o falta de concentración. Quizá lo podría llamar mejor algo así como 'gratificación instantánea'. Los síntomas aparecen por todas partes. Esta es una lista representativa aunque probablemente no exhaustiva:
Creo que esto que describo y la baja capacidad de concentración que cada vez experimento más no son sino dos caras de la misma moneda. Cada vez estoy más convencido de que la inteligencia se aletarga y de que una vez en la zona de acomodo es muy difícil salir de ahí.
Y no, dándole la vuelta al juego de palabras del título, no me he olvidado del blog. Simplemente es que no encontraba un tema del que escribir, aunque me moría de ganas de hacerlo. Más que nada porque me muero por ese 'reconocimiento' que es saber que hay alguien ahí que escribe y que me cuenta qué le parece lo que digo. No desconecten (o suscríbanse por e-mail, vamos)

lunes, marzo 05, 2007

 

Inteligencia artificial

El problema de la inteligencia es peliagudo. El concepto vende más cuando se la califica de "artificial" pero el problema es el mismo.
Hay muchos experimentos que abordan su comprensión con un enfoque reduccionista. Se trata de intentar comprender a nivel microscópico el proceso fisiológico que resulta en lo que llamamos inteligencia. No hay duda de que estos estudios van a arrojar algunos resultados útiles. Aleatoriamente útiles diría yo, un poco por la ley de los grandes números, como cuando Fleming descubrió la penicilina. Sin embargo el objeto de estudio es demasiado complicado. Por supuesto que el número de "neuronas" (si decidimos bajar hasta ahí) es finito y consecuentemente también el número de interacciones entre ellas, pero llegar de las partes al todo es una quimera. Y con esto, repito, sigo estando a favor de seguir investigando con este enfoque, sólo que no tengo ninguna fe en que lleguen los resultados que se pretende conseguir.
El enfoque holista u holístico (seguro que hay una palabra mejor) se basa en utilizar abstracciones, utilizar un modelo y construir a partir de él. Para mi este enfoque tiene unas bases mucho más sólidas pues nos aisla de la complejidad física. Es un modelo con el que todos estamos familiarizados, pues lo usamos de forma cotidiana. El agua hierve y no pensamos en las interacciones entre las partículas; si suelto algo se cae y si lo cojo pesa y no pienso en el origen de la fuerza de la gravedad o en la creación del universo.
El enfoque holístico se nos puede antojar como el correcto para abordar la creación de inteligencia. Me da igual si el sustrato son chips o neuronas (al final todo son partículas o si me apuran energía). Se trata de interpretar la inteligencia. El problema es que para crear algo tan inteligente como un ser humano, se necesita ser más inteligente que un ser humano y ningún ser humano será capaz, porque esto nos llevaría a una evidente contradicción. La única forma de poder reproducir un sistema es poder verlo desde fuera, y aunque todos somos conscientes de nuestra capacidad esta consciencia forma parte de la misma. Es imposible salirnos de nosotros mismos. Incluso si seguimos pensando en que soy consciente de que soy consciente de que soy consciente ... llega un momento que no podemos comprender realmente qué significa eso, unos antes y otros después. Está claro que por generalización podemos extenderlo infinitamente, pero existe un límite físico en esa capacidad de abstracción.
Por tanto, lo siento, nunca podremos crear una inteligencia "humana" artificial. ¿O quizá sí por casualidad? Salvo que las casualidades no existen o si no, ¿cómo es que se creó o apareció o lo que sea el ser humano con su "inteligencia"?

jueves, marzo 01, 2007

 

Olvídate de mi

El otro día estuve viendo Olvídate de mi (Eternal Sunshine of the Spotless Mind). La película es la típica comedia romántica que acaba bien, lo que a priori ya le quita algo de interés de por sí, síndrome premenstrual aparte. Lo que para mi la hizo interesante es la parte en la que directamente se intenta reconstruir el universo de Escher en unas secuencias. Sólo por esas secuencias ya merece la pena verla, aunque para poder apreciarla en ese sentido es necesario haber dedicado algún tiempo contemplando las obras del susodicho. Aparte de eso, la película aborda, muy subliminalmente, temas como la consciencia (de uno mismo). Quizá a mi me ha hecho gracia por haber estado leyendo últimamente el magnífico libro Gödel, Escher, Bach: Un Eterno y Grácil Bucle, cuya lectura les recomiendo encarecidamente (más "encarecida" en la versión editada en España, y luego quieren que la gente lea). Bueno, no sigo por aquí que tengo un déjà vu así de como si me estuviera repitiendo...
No quiero acabar la entrada sin mencionar el estupendo trabajo de los actores, en especial de Jim Carrey, normalmente muy encasillado en cierto tipo de papeles. Tengo la sensación de que es uno de los mejores, aunque se le esté desaprovechando mucho. Es curioso que cuando ha salido un poco de sus papeles típicos lo ha hecho en películas muy interesantes como la susodicha o la también genial El Show de Truman.

P.S: Han llegado los Idus de Marzo (si se me permite la licencia) y con ellos 47. Me alegro mucho de seguir compartiéndolos. Los que no lo entiendan no se rompan la cabeza. Es un guiño personal.

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