lunes, noviembre 27, 2006

 

Hipocresía (III)

Queridos lectores. Lamento mi ausencia durante estos días. Soy consciente de la profunda desazón que les habrá producido el venir una y otra vez en busca del maná para no encontrar más que terreno baldío. La verdad es que podría echarle la culpa a lo que fuera, pero no hay necesidad. A estas alturas a quién vamos a engañar.
El motivo de mi inspiración hoy es este artículo. Para nosotros ya, ávidos observadores y denunciantes de la hipocresía ajena, encontrar cosas como esta viene a reafirmar nuestra fe en el ser humano. El que deduzca de su lectura algún atisbo de racismo o discriminación se equivoca de medio a medio. Es simplemente un tema de dinero, ya sea directamente o bien a través de poder político. ¿Le interesa a alguien aumentar la competitividad de los países pobres? ¿Le interesa a alguien darles la caña? No, es mejor proteger infraestructuras ineficientes y recaudar más impuestos. Infraestructuras ineficientes que se benefician de la mano de obra barata que se juega el cuello para cruzar el charco. El proteccionismo consiste en poner impuestos o pagar subvenciones a tutiplén para que los parias de los países subdesarrollados no puedan nunca levantar la cabeza. Algunos me dirán que muchas empresas ya invierten en países subdesarrollados. Por supuesto, pero para esas no hay proteccionismo. No se protege a la mano de obra local que trabaja en sus lugares de origen en condiciones de esclavitud. Yo no digo que haya que pagar los mismos salarios que en Europa, pero sí poner las condiciones para que la competencia sea leal. Se, y lo lamento, que hay muchos casos de gente que vive de la economía ineficiente. Por supuesto que no deseo que nadie en particular se quede sin su medio de subsistencia, pero hay otras vías. Aunque las cosas se fabriquen fuera, hay que distribuirlas, se puede uno especializar, hay muchas posibilidades. No todo el mundo compra en el Carrefour.
Creo que se me cae la careta. Pretendía darle a este blog un toque irónico o sarcástico, pero eso exige brillantez y es mucho más fácil tirar por la calle de enmedio. Ya les dije que era vago, y cuando algo me encrespa como este tema pues no puedo evitar tirar para delante. Mientras no acabemos con los subsidios agrarios, los sistemas proteccionistas y demás artilugios no hace falta que le intentemos poner puertas al campo. Los desheredados de la tierra elegirán entre morir 100% o intentar vivir aunque sea al 1%. Ya está bien de buenas palabras y de "alianzas de civilizaciones". Exijamos que se ataque la raíz del problema; pero, ¿hay alguien dispuesto a tirar la primera piedra?

Comentarios:
Este problema es complejo, y solo comentaría una parte de él,para no liar la cosa. Los Estados son los que aplican medidas proteccionistas, que es de lo que estamos hablando. Y la preguntan pertinente en este caso es:

¿Cual es el objetivo de un Estado?

a) acabar con el hambre y la injusticia del mundo.
b) Proteger los intereses de sus ciudadanos.

Hay que ser muy ingenuo para elegir la opción a. Y puede que alguien diga que son ambos objetivos los que tiene un Estado. Pero si hay que elegir, el Estado siempre elegirá la opción b. Entonces no pidamos a un Gobierno cosas que van en contra de sus objetivos, de sus fines.
Por tanto las medidas proteccionistas son perfectamente lógicas, cuando se aplican, si van en beneficio de los ciudadanos de estos países, y aún en contra de los de otros Estados.
Noten ustedes que no he hecho ningún juicio de valor a esto. No digo que esté bien o mal. Solamente que así funcionan las cosas. Y pretender que un coche ande con ruedas cuadradas siempre ha sido una labor tan costosa como inútil.

Entonces no está ahí el meollo del problema. La causa de él. O como dice el amigo Art, la raiz.

¿Donde está entonces la clave de este problema?

Yo tengo mis ideas, pero me gustaría oir otras.....


Saludos.Jerm
 
La "alianza de civilizaciones" es la utopía del tonto el haba al que a su abuelo mataron en la guerra demasiado tarde... Si se lo hubiesen cargado mientras asesinaba mineros en la revolución de Asturias quizá no estaríamos ahora arrodillándonos ante la ETA.
 
Amigo Jerm,
Por particularizar, hablemos de cuál es el objetivo, por ejemplo, del estado español. Si consultamos la Carta Magna, en su preámbulo, dice que es voluntad de la Nación española, "promover el progreso de la economía y la cultura para asegurar a todos una digna calidad de vida" y "colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra". Es decir que ni se trata de beneficiar a unos pocos, ni de oprimir a los extranjeros por ser tales. Es cierto que es una interpretación que hago pero interpretación razonablemente admisible a mi juicio. Con esto sólo matizo su comentario con el que coincido en gran parte, si bien puntualizo que un Estado puede ser hipócrita que era la tesis de mi perorata inicial.
 
Amigo Falso Judas, se le ve a Vd. harto escaldado. Tonto: "falto o escaso de entendimiento o razón", no se, me extraña que haya llegado a donde está si esa es su condición. Veo a Vd. pues un poco sesgado en sus apreciaciones entiendo que fruto de la frustración y no de la malevolencia. Sobre lo de su abuelo, pues no se si Vd. lo conoció o ha contrastado sus afirmaciones. Entiendo que desea su muerte anterior en base a que "asesinaba mineros". No es esto lo que cuenta su periódico favorito, aunque retiraría mis palabras si acreditara alguna otra fuente de información.
No se Sr. Judas, sea Vd. más positivo y remedie su frustración que no va a conseguir sino que se le agrie el carácter.
 
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