miércoles, enero 24, 2007
El traje nuevo del emperador
Hoy he caído en una de las cosas que más me atormenta. Leyendo una entrevista en un blog, el autor comenta más abajo una serie de interpretaciones que hace sobre lo que el entrevistado dice y, juzgándolo como tanto o más importante, no dice. Concediendo que en este caso puede ser razonablemente evidente el entenderlo así (aunque yo mismo no tengo muy claro si lo hago), me ha venido a la mente como un flash la cantidad de veces que me siento tan ignorante cuando algún crítico o algún experto da una interpretación sobre algo, unas declaraciones, un libro, una película, una obra de arte, que yo no alcanzo a comprender. Es cierto que a veces me esfuerzo, creo que más que nada por orgullo de no ser tal ignorante y de poder darme el pego con alguien más adelante teorizando yo de la misma forma. Pero nada, no hay manera. Puedo haber disfrutado del libro, de la película, de la obra de arte, de lo que sea, pero no veo más allá de mis narices. Y me pregunto si esta gente realmente habita en la caverna desde la que el autor nos proyecta sus sombras, si son unos conaisseurs, o si realmente es que es rentable aparentarlo. Y aunque tenga ganas de convertir mi SuperYo en un MetaYo, lo siento, pero yo sigo viendo al emperador desnudo. Es una posibilidad real, que mi inteligencia no de para más (de ahí mi frustración), pero nunca he oído a ningún autor apoyando estas opiniones. Y ya si estos comentarios son en público o los hace alguien en la tertulia de la mesa de al lado en el bar y alguno de sus interlocutores asiente como si se quisiera hacer otro ombligo a la altura del esternón es el acabose. ¿No será que el autor, como intento yo, lo único que hace es contar una historia, o hablar de algo que le gusta? ¿No es obsceno que nos digan que La Guerra de las Galaxias es una historia de caballerías?
Comentarios:
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Leyéndote me he acordado de un profesor que consiguió explicarnos el «Guernica» de Picasso en un tiempo récor de algo más de ¡¡¡3 meses!!! Todavía veo los dos ojos desplazados del toro, sobre uno de los cuales, recibimos información durante 'sólo' 30 días. Creo que aqueñ buen hombre, en un intento vano de ser exhaustivo, veía lo que ni siquiera imaginó el pintor. No soy ningún genio pero tampoco soy gilipollas. Yo siempre he visto en el cuadro la esencia que no es poca: las terribles consecuencias de una guerra propiciado por un dictador español y respaldada por uno alemán.
Bueno, estamos ante el eterno problema del snobismo. ¿qué es conocimiento verdadero y qué tomadura de pelo?. Hagan apuestas.
Yo, lo que he aplico es una visión positivista del problema, osease, que solo valoro lo que comprendo y puedo explicar de forma que cualquiera pueda entender.
Y si veo una película "de culto" y me parece una soberana tontería, honestamente debo decirlo, y no poner cara de circunspecto e inventar una sandez que pueda aparentar inteligencia.
Cuanto menos te importa el qué dirán, más sincero puedes ser en tus apreciaciones. Y en tus ignorancias.
Hablando del reina Sofía, que visité hace unos años, realmente me impresionó el Guernica, más que nada por su tamaño descomunal, su blanco y negro y las caras de dolor por todas partes. Eso lo puedo decir sinceramente. Después vi unos cuadros de Miró, no lejos del Guernica que me parecieron una TOMADURA DE PELO. Lo siento, pero soy incapaz de distinguir un cuadro de Miró del plástico que ponen los pintores de brocha gorda para no salpicar el suelo.
No quiero decir con esto que me regodee en mi más que posible incultura, sino la apreciación real de mis sensaciones con esas obras.
Todo lo demás sería simple esnobismo, o sea , engañarme a mí mismo y tratar de engañar a los demás..
Y creo que por ahí van los tiros de lo que querías decir.
Saludos.Jerm
Yo, lo que he aplico es una visión positivista del problema, osease, que solo valoro lo que comprendo y puedo explicar de forma que cualquiera pueda entender.
Y si veo una película "de culto" y me parece una soberana tontería, honestamente debo decirlo, y no poner cara de circunspecto e inventar una sandez que pueda aparentar inteligencia.
Cuanto menos te importa el qué dirán, más sincero puedes ser en tus apreciaciones. Y en tus ignorancias.
Hablando del reina Sofía, que visité hace unos años, realmente me impresionó el Guernica, más que nada por su tamaño descomunal, su blanco y negro y las caras de dolor por todas partes. Eso lo puedo decir sinceramente. Después vi unos cuadros de Miró, no lejos del Guernica que me parecieron una TOMADURA DE PELO. Lo siento, pero soy incapaz de distinguir un cuadro de Miró del plástico que ponen los pintores de brocha gorda para no salpicar el suelo.
No quiero decir con esto que me regodee en mi más que posible incultura, sino la apreciación real de mis sensaciones con esas obras.
Todo lo demás sería simple esnobismo, o sea , engañarme a mí mismo y tratar de engañar a los demás..
Y creo que por ahí van los tiros de lo que querías decir.
Saludos.Jerm
Poco más que decir, amigo michel, es un ejemplo más de lo que yo ilustraba. El amigo Jerm, sin embargo, va más allá, ni siquiera dejaría a los cuadros que entraran en el museo, y aunque en un primer momento me agredió, luego vi que no puedo estar más de acuerdo (a mi me pasa lo mismo con Dalí, que me deja indiferente). La cuestión está en qué doctores elige la Iglesia para decidir el valor del traje del emperador...
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