miércoles, marzo 21, 2007

 

Falta de atención

El título de la entrada de hoy es un estúpido juego de palabras, de los que me gustan y me hacen reir. A veces pienso si realmente es que los chistes tontos son graciosos (con lo que somos tontos) o si nos reimos irónicamente (con lo que somos listos). Interesante disquisición, ¿verdad?
Hace tiempo que vengo jugueteando con la idea de escribir sobre la falta de atención o falta de concentración. Quizá lo podría llamar mejor algo así como 'gratificación instantánea'. Los síntomas aparecen por todas partes. Esta es una lista representativa aunque probablemente no exhaustiva:
Creo que esto que describo y la baja capacidad de concentración que cada vez experimento más no son sino dos caras de la misma moneda. Cada vez estoy más convencido de que la inteligencia se aletarga y de que una vez en la zona de acomodo es muy difícil salir de ahí.
Y no, dándole la vuelta al juego de palabras del título, no me he olvidado del blog. Simplemente es que no encontraba un tema del que escribir, aunque me moría de ganas de hacerlo. Más que nada porque me muero por ese 'reconocimiento' que es saber que hay alguien ahí que escribe y que me cuenta qué le parece lo que digo. No desconecten (o suscríbanse por e-mail, vamos)

Comentarios:
Hace tiempo conozco la existencia de esta bitácora, pero por una niñería, que no viene al caso, le perdí el rastro y la casualidad hizo que la volviera a encontrar.
Te felicito, buen blog y buenas divagaciones, aunque algunos debates sean algo unidireccionales, pero todo no puede ser perfecto...
Como una imbécil más, con derecho a cinco minutos de gloria, he de reconocer que sabes hacer un buen planteamiento.
Vaya pues mi reconocimiento en este escrito, aunque por el momento no me suscribo...

Mary
 
En vez de llamarlo divagaciones, o irse por las ramas, es más elegante decir "pensamiento lateral", como he oído por ahí.
Aunque en el fondo viene a ser lo mismo, una pereza por no entrar en razonamientos profundos, ni por el plano emocional, en implicarse demasiado en algo. Por eso las series funcionan tan bien. Es una hora de tensión controlada, y normalmente sabemos que el protagonista no va a salir mal parado. Es digámoslo así, una "emoción controlada", parecida a la que buscamos cuando vamos a un parque temático.
Yo llamaría a eso "emociones basura", igual que la comida basura a la que aludías. Todo fácil, aséptico y rápido. Ideal para el tipo de vida que llevamos. Y con eso me voy por otra divagación... pero al fin y al cabo se trata de esto, ¿no?
Así que dicho esto, voy a seguir con mis "Lecciones de Etica", de Kant, que viene a ser como zamparse un cocido montañés con todos sus arreglos.... así que me espera una buena tarde.

Saludos.Jerm
 
Con el ejemplo del cocido montañés, no termino yo de averiguar si se trata de un juicio sintético a priori o si es más bien analítico. Pues tiene el imperativo categórico de la formación de las placas de ateroma, provocado por una ingesta importante de ácidos grasos, lo que conlleva un riesgo en nuestro organismo.
Así que no se yo, si sería un buen caso práctico para tu lección de ética; o puede que sí, porque sin darme cuenta he pasado de la razón pura a la razón práctica, estableciendo un juicio... (jeje)

Y la que deja de divagar ahora soy yo, que la filosofía no es mi fuerte.

Mary.
 
Estoy haciendo un esfuerzo por intentar centrar mis monólogos, digamos que intentando mejorar la calidad. Estoy de acuerdo en que se les puede llamar divagaciones pero no tanto irse por las ramas; lo que no quiere decir que en cualquier momento no lo vuelva a hacer.
Creo, don Enrique que se precipita Vd. en sus apreciaciones. Creo que debería Vd. frecuentar alguna como la que recomiendo.
Y la interlocutora doña Mary, en plan demagógico y dicharachero le da una réplica que tiene también algo de sutil a su filosófica arrogancia (o debería decirlo al revés?) que ya me satisface como para no intentar la mía propia. En su descargo, decir que don Enrique es un señor gracioso, inteligente, irónico y dicharachero donde los haya. Lo que pasa que esta impersonalidad del Internet le da a uno siempre un cierto radicalismo (o quizá le permite desnudarse más cómodamente)...
 
Bien, acepto las críticas que vierte el dueño del chiringuito, con respecto a mis comentarios que dan sensación de extremados o arrogantes. Son el fruto, creo yo, de sintetizar ideas que para que se expresasen correctamente, aparte de tener más pericia juntando letras de la que yo tengo, requerirían de un espacio que creo que aquí estaría fuera de lugar. Por tanto tomo nota e intentaré suavizar mi estilo.
Lo segundo es lo del cocido que tanta gracia ha hecho, creo que expresa bastante bien lo difícil e indigesto que es para mí (quizá no para otros más expertos o más dotados) el enfrentarme a los textos de Kant, y las vueltas que tengo que darles para extraer su significado entre las ristras de conceptos que se exponen sin cesar.
Porque uno no pasa de simple aficionado, eso sí, con bastante curiosidad.
Aparte de eso, soy consciente que decir que uno intenta leer a Kant es sinónimo de pedantería insoportable, de ser un mentiroso desvergonzado, o de ser un bicho raro. O quizá de las tres cosas a la vez.
Aparte de eso mis comentarios no han sido hechos desde ninguna altura moral, puesto que yo también veo series (ahora mismo "Los Soprano" ), he hecho cola en los parques temáticos y he comido en el McDonalds, como todo hijo de vecino.

Aunque eso no quiere decir que siempre preferiré sobre el MCDonalds, un buen cocido montañés.......


Saludos.Jerm
 
Uf! Si llego a saber la que iba a liar con mis comentarios me hubiera quedado calladita.

Me decidí a escribir porque me gusta la forma como se tratan algunos temas en este blog, buscando aquello que a simple vista no vemos o no queremos ver, y por la forma como defendeis vuestra postura.

Leer a Kant no es malo, más bien todo lo contrario, y mis conocimientos en la materia no son amplios, pero tuve un buen profesor de Filosofía que dejó huella con algunos autores...

No pretendía crear discordia, no era mi intención.

Jamás se me hubiera ocurrido pensar que un cocido montañés diera para tanto debate.
Y he de reconocer que de vez en cuando también me doy el gustazo, voy a parques temáticos, veo algunas series, leo best sellers y visito algún que otro blog.

Perdonad mi intromisión.
Mary
 
Don Enrique, por favor, no suavice su estilo. Ya le he dicho que a mi me gustan los sabores fuertes. Además, estoy seguro de que nadie lee a Kant por esnobismo. Es cierto que los Ayatollahs y otros extremistas tb se leen tremendos rollos, pero Vd. ni es esnob ni es ayatollah. Por otro lado, para saber apreciar la buena literatura hay que haber ido tb al McDonald's.
Doña Mary, su comentario es un soplo de aire fresco, pues este blog no deja de ser las más de las veces algo así como una pista de tenis entre don Enrique y yo. Cierto es que a veces coincidimos en algunas cosas, por nauseabundo que parezca. En cualquier caso, una cosa es un soplo de aire fresco, que nos saca de la endogamia y otra distinta es sembrar la discordia. Comprendo que es atractivo ser la mariposa tropical que crea la tormenta perfecta en el Mediterráneo. A mi tb me gustaría serlo. De todas formas, con esto del cambio climático me parece a mi que no hay tormenta que valga. Yo la animo a que siga intentándolo.
 
Muy astuto Sr. Art, usted continúe escribiendo así de bien y yo volveré a intentarlo.

Mary
 
Publicar un comentario



<< P´a;agina principal

This page is powered by Blogger. Isn't yours?