jueves, junio 21, 2007
Back to basics (algo así como 'volvamos a lo que conocemos')
En muchas ocasiones me doy cuenta de que las coincidencias parece que no sean tales. Estoy bien seguro de que es un ardid de los sentidos, o un intento de racionalizar o de autoengañarse a uno mismo. Está claro que todo tipo de cosas están pasando continuamente, estamos expuestos a todo tipo de información y simplemente lo que pasa es que filtramos lo que nos interesa o dicho más poéticamente somos más sensibles a ciertos temas.
Por otro lado, siempre he sido bastante oportunista con la información. Algo bueno tenía que tener mi adicción a los blogs. Leo tantas cosas, de temas tan distintos, que siempre encuentro algo que decir interesante. En muchas ocasiones tampoco quiere decir que lo entienda perfectamente, pero como normalmente la persona con la que hablo lo entiende menos que yo, pues el pavo que hay en mi puede lucir su cola en todo su esplendor. Esto lo he llegado a aprovechar incluso en entrevistas de trabajo. Como bien saben los que me conocen, la empatía no es una de mis cualidades, pero hay una cierta empatía, esa que consiste en saber captar lo que el otro quiere hoy, y eso creo que muchas veces sí que se me da bien. Me viene a la idea la famosa frase de uno de mis mejores amigos, la de que "la mayoría de las mujeres están deseando que las mientan" (sin intención de ser sexista, pero las mujeres son un tema recurrente entre nosotros, los hombres).
El tema de captar lo que otro quiere oir, sin embargo, requiere algo de disciplina, te tienes que concentrar, y este va siendo un recurso personal cada vez más escaso. Imagino que también está relacionado a mi cada vez menor capacidad memorística. Este debe ser un caso de 'la profecía que se cumple a sí misma'. Como no creo en la memoria como recurso intelectual o en la educación memorística, pues soy autocomplaciente y la dejo ir. Afortunadamente no fumo marihuana también, sino acabaría con un Alzheimer químico-cultural (cultural no es la palabra pero no me sale el adjetivo ese que usan los psicólogos para cuando es algo relativo al comportamiento) antes de los 40.
Todo esto viene a colación de que últimamente me vienen a la cabeza ideas sobre si soy feliz con lo que estoy haciendo. He vuelto a entrar en una carrera profesional persiguiendo al vellocino de oro y no se si realmente todo esto merece la pena. En fin, imagino que será el famoso síndrome premenstrual que me está dando fuerte. Bueno, la cuestión es que el otro día vi una película, que estuvo entretenida, "Stranger than Fiction" y se me suscitaron todos estos temas. Luego en la distancia he reflexionado y encuentro que es peor de lo que mi primera impresión me dio a entender, pero aún así les recomiendo que la vean. Y es aquí donde quería llegar con el tema de las coincidencias, aunque en el caso de esta película pueden ser hasta interpretativas. La cuestión es que me hizo focalizar, como si alguien me chascara los dedos alrededor del oído, y me hizo pensar, seriamente, si lo que hago es lo que quiero hacer, y es que
"No es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita" o "Es mejor permanecer callado y parecer tonto que hablar y despejar definitivamente las dudas".
P.S: Ah, para los lectores que más se preocupan por mi tranquilos, no me asaltan ideas a cámara lenta cuando veo que el tren o un trolebús se aproximan.
Por otro lado, siempre he sido bastante oportunista con la información. Algo bueno tenía que tener mi adicción a los blogs. Leo tantas cosas, de temas tan distintos, que siempre encuentro algo que decir interesante. En muchas ocasiones tampoco quiere decir que lo entienda perfectamente, pero como normalmente la persona con la que hablo lo entiende menos que yo, pues el pavo que hay en mi puede lucir su cola en todo su esplendor. Esto lo he llegado a aprovechar incluso en entrevistas de trabajo. Como bien saben los que me conocen, la empatía no es una de mis cualidades, pero hay una cierta empatía, esa que consiste en saber captar lo que el otro quiere hoy, y eso creo que muchas veces sí que se me da bien. Me viene a la idea la famosa frase de uno de mis mejores amigos, la de que "la mayoría de las mujeres están deseando que las mientan" (sin intención de ser sexista, pero las mujeres son un tema recurrente entre nosotros, los hombres).
El tema de captar lo que otro quiere oir, sin embargo, requiere algo de disciplina, te tienes que concentrar, y este va siendo un recurso personal cada vez más escaso. Imagino que también está relacionado a mi cada vez menor capacidad memorística. Este debe ser un caso de 'la profecía que se cumple a sí misma'. Como no creo en la memoria como recurso intelectual o en la educación memorística, pues soy autocomplaciente y la dejo ir. Afortunadamente no fumo marihuana también, sino acabaría con un Alzheimer químico-cultural (cultural no es la palabra pero no me sale el adjetivo ese que usan los psicólogos para cuando es algo relativo al comportamiento) antes de los 40.
Todo esto viene a colación de que últimamente me vienen a la cabeza ideas sobre si soy feliz con lo que estoy haciendo. He vuelto a entrar en una carrera profesional persiguiendo al vellocino de oro y no se si realmente todo esto merece la pena. En fin, imagino que será el famoso síndrome premenstrual que me está dando fuerte. Bueno, la cuestión es que el otro día vi una película, que estuvo entretenida, "Stranger than Fiction" y se me suscitaron todos estos temas. Luego en la distancia he reflexionado y encuentro que es peor de lo que mi primera impresión me dio a entender, pero aún así les recomiendo que la vean. Y es aquí donde quería llegar con el tema de las coincidencias, aunque en el caso de esta película pueden ser hasta interpretativas. La cuestión es que me hizo focalizar, como si alguien me chascara los dedos alrededor del oído, y me hizo pensar, seriamente, si lo que hago es lo que quiero hacer, y es que
"No es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita" o "Es mejor permanecer callado y parecer tonto que hablar y despejar definitivamente las dudas".
P.S: Ah, para los lectores que más se preocupan por mi tranquilos, no me asaltan ideas a cámara lenta cuando veo que el tren o un trolebús se aproximan.
Comentarios:
<< P´a;agina principal
Recientemente he leido un libro que me ha gustado mucho: "Stumbling on happiness" (Daniel Gilbert). Quizás te interese. Explica de una forma divertida (el autor enseña psicología en la Universidad de Harvard) por qué nos equivocamos tanto cuando predecimos lo que nos hará felices en un futuro.
Demasiadas recurrencias a la mujer, y para colmo excesivamente generalizadas. Sobre el tema de las mentiras, me reservo la opinión...
A lo que iba, hay momentos en los que se toman decisiones por un motivo u otro, que más adelante pueden resultar acertadas o erróneas, pero todos sabemos que incluso de los errores se aprende algo, y eso puede ayudarnos a tomar nuevas decisiones que serán acertadas o no, y así sucesivamente...
Yo diría, que lo que conocemos puede darnos seguridad (el "back to basics" al que se hace referencia), sin embargo la mayoría de las veces lo desconocido puede generar una mayor estabilidad, ya sea física, psíquica, intelectual, económica, etc... Y si no fuera así siempre habrá tiempo para rectificar.
Uf!!! Menudo rollo, si consigo que se me entienda, algo es algo.
Saludos.
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A lo que iba, hay momentos en los que se toman decisiones por un motivo u otro, que más adelante pueden resultar acertadas o erróneas, pero todos sabemos que incluso de los errores se aprende algo, y eso puede ayudarnos a tomar nuevas decisiones que serán acertadas o no, y así sucesivamente...
Yo diría, que lo que conocemos puede darnos seguridad (el "back to basics" al que se hace referencia), sin embargo la mayoría de las veces lo desconocido puede generar una mayor estabilidad, ya sea física, psíquica, intelectual, económica, etc... Y si no fuera así siempre habrá tiempo para rectificar.
Uf!!! Menudo rollo, si consigo que se me entienda, algo es algo.
Saludos.
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